Es extraña la vida.
Nunca sabes lo que guarda, si dicha o desdicha, si tristeza o
alegría. Y es el misterio su atractivo, que siempre se ve en el pasado, cuando ocurre o ha ocurrido lo bueno y malo que
depara.
Es extraña la vida, que muestra en poco tiempo lo que siempre se buscó,
pero no cuando uno quiere si no cuando ella lo designa. Que te hace olvidar el
peor de los dolores, el más odiado de los sinsabores, para encontrar el verdadero motivo que justifica estar.
Es suficiente razón,
merece la pena sufrir lo sufrido,
amar lo amado, vivir lo vivido, al descubrir que no todo es continua desazón. Que no hay tinieblas sin luz,
ni llanto sin risa. Que todo cobró sentido, al cruzarte en mi camino.
Es extraña la vida, cuando sientes que ya no es tiempo, que poco queda
por sentir, apenas motivos para vivir, te golpea con la pluma, te despierta, te acaricia, te llena con realidades que son sueño, con un libro por
escribir, con el amor por vivir, con un corazón
que vuelve a latir.
Y veo lo pequeño que soy. Y veo lo grande que eres. Tú que
has hecho de la ceniza árbol Tú que
sacias mi hambre. Tú que has convertido el hielo en fuego y el fuego en
dicha. Que guías mi camino ayer sin rumbo ni destino
Hay luz cuando estás y oscuridad cuando te vas. Sentimientos
nunca vividos, caricias, pasión, temor. Y el deseo confeso de sentir, lo mas
grande, adictivo y perdurable que se
puede vivir, en esta transición hacia algo mayor.
Si, se llama amor.
No
es fácil esta prueba. Lo supimos desde el alba, pero no se puede decir que no
valga la pena cada minuto vivido y los
que están por venir.
Y tu dolor es mi dolor, bien lo sabes. Y tu amor es mi amor.
¿Posesivo?, siempre lo es. ¿Irracional?, también. Pero ¿que es
más hermoso que la locura de amor? Nada, probablemente. Ni siquiera la belleza
de una flor.
Es extraña la vida que nos da sin pedir, lo siempre buscado
y casi nunca hallado.
Y nos deja vivir el mas bello cuento jamás contado.